Alguien que atienda el Email!

Recuerda cuando en su empresa llegaba un fax? Siempre había por lo menos uno, encargado de tan importante acontecimiento. Había quienes, no pocos, tenían sesudos procedimientos para asegurarse de no perder ninguno, de contar con un archivo y de que llegara a la persona destinataria del mensaje.
Eran o son recibidos (aunque apuesto que en su caso ya no tiene la misma im-portancia, sino no estaría leyendo esta columna) por una persona, caratulados, fotocopiados, clasificados, archivados y finalmente distribuidos. No vale ni la pena recordar el proceso de respuesta, que no era menos engorroso que el de recepción.
Pero apareció el email y provocó el gran cambio.
Hemos bajado costos, optimizado los tiempos, flexibilizado los canales de comunicación, pero es éste el mayor be-neficio? Es este el gran cambio? Es el e-mail al fax como lo fue la hormigonera a la canchada?
Lo que vivimos fue un cambio en la forma de gestión, en las manera misma de comunicarnos con el exterior e interior de las organizaciones, hasta el lenguaje utilizado, donde la practicidad del medio fue forzando el dejar de lado la utilización de protocolares encabezados y cierres de nota.
Las ventajas del medio hicieron que nos replanteáramos las actividades diarias, al punto que hoy encontramos en muchas empresas que parte de la gestión está basada en el uso del e-mail y en al-gunos casos, hasta son generados por los propios sistemas de información de la empresa.
Junto con esta avalancha comunicacional aparecen nuevas reglas asociadas al medio que es deseable respetar y en al-gunos casos hasta producen ahorro de tiempo y dinero. Algunas un poco místicas, como que escribir con mayúsculas equivale a gritar, pero otra que vale la pena tener presentes, si queremos hacer buen uso del servicio más utilizado de Internet.